Semana Santa además de ser una fecha religiosa, para muchos rememora los levantamientos sediciosos contra la democracia de tipos despreciables como Aldo Rico y Cía.
El Gobierno de Alfonsín soportó tres levantamientos: anril de 1987, enero de 1988 y diciembre de 1988.
Se entremezclan hechos y circunstancias: la creación de la Conadep, el histórico Juicio a la Juntas, la obediencia debida y el punto final. La condena a la Juntas militares y los infames indultos de Menem.
En esos días aciagos para el país, en semana santa de 1987, fue conmovedor la presencia del pueblo en las calles defendiendo la democracia, y la de la mayoría de los dirigentes políticos de todos los partidos apoyando. Y también, tenemos presente los políticos que a su vez, no estuvieron. Y recuerdo muy bien aquí en Rosario, quienes estábamos y quienes no. Los que se escondieron. O minimizaban o directamente compartían las propuestas golpistas.
Y algunos quedan: no hace tanto, un radical (?) que fue Ministro de Macri, Oscar Aguad dijo:
"Lo de Aldo Rico con los carapintadas es historia vieja, no creo que haya que sacarlo ahora, eso ya pasó...Fue un acontecimiento chiquito y no tuvo ninguna implicancia, yo no creo que haya puesto en juego la democracia"...
Un infame. Tergiversador de la historia, un miserable negacionista.
También en el Gobierno de Macri estaba otro funcionario, Juan José Gómez Centurión, otro partícipe de los levantamientos carapintada.
Por suerte, como indica la teoría política, superamos la transición y consolidamos la democracia.
Siempre hay riesgos. Hay que estar alertas. Pero la consigna es clara: NUNCA MÁS ni golpes ni levantamientos.
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