El documento difundido por un grupo de “intelectuales”, científicos, académicos, periodistas, “personalidades” sostiene que en la Argentina se ha instalado una “infectadura” y que "la democracia están en peligro".
En nuestro país hay libertad de expresión y todos tienen el derecho de
opinar, eso es esencia de la democracia (y no de la dictadura).
Celebro
entonces el debate de ideas, la deliberación pública, y también el
alerta que puede hacerse desde ese documento sobre los límites al
poder, la apelación a los controles, a la ampliación de voces para
la toma de decisiones, pero lo que no puedo compartir es la
desmesura…la banalidad, la utilización deliberada de categorías, la comparación de procesos que sorprenden y decepcionan.
Mis desacuerdos principalmente son los siguientes:
1)
Dicen “El presidente Fernández anunció que comenzaba “la hora
del Estado”, una expresión que recuerda a la famosa frase de
Leopoldo Lugones...”. La verdad, confundir la “hora del Estado”
con la “hora de la espada” al que la pluma del escritor sirvió
para la dictadura de Uriburu que derrocó a Irigoyen, es un
despropósito malintencionado.
https://www.youtube.com/watch?v=C1kmJysoxMU
https://www.youtube.com/watch?v=C1kmJysoxMU
Está
claro que la referencia a la “hora del estado” en medio de una
pandemia estaba referida a la revalorización del rol del Estado y de
la salud pública frente a posturas que privilegian el mercado.
Descontextualizar ese idea y pegarla a los golpistas, me parece temerario e injusto. Es bueno escuchar a Lugones como propongo aquí en esta
versión fílmica adaptada y advertir la enormidad de lo que se
afirma o insinúa.
2)
Y no es la única referencia que pretenden relacionar este momento
con la dictadura: ahora también con la del 76. Sostienen: “En nombre de la
salud pública, una versión aggiornada de la “seguridad nacional”,
el gobierno encontró en la “infectadura”…
¿Versión
aggiornada de la “seguridad nacional”?…. A ninguno de los
firmantes se les puede escapar que esa inclusión, cuyos antecedentes
fueron la Doctrina de la Seguridad Hemisférica y la de la
Contrainsurgencia, hace referencia a la doctrina utilizada por EEUU
para inculcar a las fuerzas armadas latinoamericanas a cambiar su
“misión” y fundamentar su intervención para instaurar al
terrorismo de estado y la implantación de las dictaduras de mediados
de los 70.
Se
puede disentir, con el gobierno, -y yo lo hago en muchos aspectos y
lo he publicado- pero me parece desmesurado y grave unir determinada política
de salud pública, que se puede compartir o no, con la alguna versión de la seguridad nacional. La doctrina de la seguridad nacional sirvió para matar y desaparecer gente. El aislamiento social y la cuarentena como política pública han servido para salvar gente de la muerte.
E introducen arteramente una insólita y pretenciosa denominación tipológica sobre las formas de gobierno: la “infectadura”. Adviértase que no dicen por ejemplo, “infectocracia”, es decir, una “malversación” en todo caso dentro de la democracia. No. Incluyen la palabra dictadura. Como he repudiado las acusaciones de dictadura al gobierno de Macri y que fueron también rechazadas fervientemente justamente por todos los actuales firmantes que ahora la utilizan, repudio esta nueva formulación. Es una enormidad banalizar las dictaduras, asimilar procesos que nada tienen que ver.
E introducen arteramente una insólita y pretenciosa denominación tipológica sobre las formas de gobierno: la “infectadura”. Adviértase que no dicen por ejemplo, “infectocracia”, es decir, una “malversación” en todo caso dentro de la democracia. No. Incluyen la palabra dictadura. Como he repudiado las acusaciones de dictadura al gobierno de Macri y que fueron también rechazadas fervientemente justamente por todos los actuales firmantes que ahora la utilizan, repudio esta nueva formulación. Es una enormidad banalizar las dictaduras, asimilar procesos que nada tienen que ver.
Hoy después de los repudios recibidos, insólitamente, nadie se está haciendo cargo de la palabra "infectadura": "se entendió en modo literal" dice provocando alguien; fue "un disparador" para que "los medios lo tomaran", pero la intención era abrir el "diálogo" (sic), argumentan otros. Sorprendente manera de proponer un debate democrático sincero involucrando al otro con dictaduras.
3)
Por fin, alertan: “La democracia está en peligro. Posiblemente
como no lo estuvo desde 1983”.
No
comparto que la democracia esté en peligro, pero en todo caso, puede
ser una hipótesis, una especulación (muy controvertida) como
cualquier otra que la evidencia corroborará o no. Pero que se afirme
que la democracia esté en peligro como “no lo estuvo desde 1983”,
es verdaderamente innoble. Y me extraña porque los firmantes vivieron el gobierno de Alfonsín y no desconocen lo que significó el
Juicio a las Juntas, los días de incertidumbre amenazada por los
militares y sectores afines en la débil transición democrática. Y
saben y recuerdan lo que fueron los levantamientos carapintadas, salvo que ahora compartan la postura de un radical (?) el
Ministro de Defensa de Macri , Oscar Aguad, que dijo que aquellos
hechos de Semana Santa de 1987, eran “un acontecimiento chiquito en
la historia que no tuvo ninguna implicancia”… falseando
precisamente la historia y a los que defendieron la
democracia y la paz en contra de la violencia.
Tergiversar la historia, confundir los enemigos de la democracia, banalizar la dictadura alarma y lejos de propiciar un diálogo democrático, lo obtura.